El crecimiento de los adolescentes, especialmente en las mujeres, es una de las etapas en las que más se requiere hierro, debido al riesgo de padecer anemia. Además de las necesidades propias del cuerpo durante el crecimiento, factores como el periodo y la alimentación pueden aumentar el riesgo de desarrollo de anemia.
¿Te has escuchado diciéndole a tu hija “te pegaste el estirón”?
Es como que en un abrir y cerrar de ojos, nuestros hijos dejan de ser niños y se transforman en adolescentes.
Pero aunque parezca repentino, no lo es tanto, y es importante estar atentos a las señales para prevenir enfermedades como la anemia.
Te contamos por qué.
La adolescencia es una de las etapas en que más crecemos.
Por lo tanto, necesitamos más cantidad de hierro.
El hierro se obtiene a través de los alimentos.
La mala alimentación o trastornos alimenticios pueden provocar el déficit.
Además, la llegada del periodo también puede provocarlo.
La infancia y la adolescencia son etapas muy diferentes, pero con algo muy importante en común: son las etapas en las que más crecemos.
Por lo tanto, necesitamos mucho hierro y otros nutrientes esenciales para la salud.
Cuando tenemos déficit de hierro, se puede producir anemia ferropénica, una de las más comunes.
Por otro lado, el hierro lo obtenemos a través de los alimentos (salvo enfermedades o condiciones especiales).
Y este es un punto importante: muchas mujeres adolescentes pueden padecer anemia por una mala alimentación.
Esto puede ser por malos hábitos, pero también la adolescencia puede estar marcada por trastornos alimenticios.
Si bien la sociedad ha avanzado respecto de este tema, los estereotipos de belleza siguen estando presentes y, lamentablemente, los cuerpos extremadamente delgados aún llevan la delantera.
Esto puede generar problemas de salud de distintos tipos, y uno de ellos es el déficit de hierro.
Por otro lado, la adolescencia femenina está marcada por el inicio de la menstruación.
Esta pérdida regular de sangre también puede desarrollar una anemia, sobre todo si las reservas de hierro son bajas.
El hierro es el responsable de formar la hemoglobina, proteína que lleva oxígeno a los órganos y tejidos del cuerpo.
Cuando falta oxígeno, el cuerpo tiene muchas formas de avisarnos. Por ejemplo, estos son algunos síntomas de anemia:
Pero hay que tener cuidado: a veces la anemia no presenta síntomas.
En primer lugar, lo más importante es acudir al médico si sospechas que tu hija tiene anemia.
El médico te indicará el tratamiento a seguir, el que generalmente consiste en una dieta balanceada que aporte el hierro necesario.
Además, si los niveles de hierro están muy bajos, puede indicar la ingesta de un suplemento de hierro.
En ese sentido, un suplemento de hierro hémico tiene mejor absorción y tolerancia en el tracto intestinal.
De esta manera, aporta una buena cantidad de hierro y puede evitar las típicas molestias en el estómago.
Ten en cuenta: ingerir suplementos alimentarios sin supervisión médica puede afectar tu salud.
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