Las personas con sobrecarga de hierro son asintomáticas en 3 de cada 4 casos. Cuando aparecen signos y síntomas, suelen estar relacionados con la afectación de órganos específicos. Estos incluyen fatiga crónica, dolores articulares, dolor abdominal, hígado aumentado de tamaño, ritmo cardíaco irregular, disminución de la libido, niveles elevados de glucosa en sangre, hiperpigmentación (piel bronceada) y depresión.
Afortunadamente, los médicos pueden sospechar sobrecarga de hierro tras un interrogatorio y un examen físico y puede diagnosticarse generalmente con análisis de sangre no invasivos y de bajo costo. 14